¡Diablos! ¿Qué hora seria? ¿Las dos, las tres de la mañana? . . . quizás incluso más tarde.
Tenía tantísimo sueño, llevaba tres noches sin apenas pegar ojo, y al fin, cuando logre adentrarme en el mundillo de los sueños suena ese horrible y escandaloso pitido del móvil.
Adormilada, me levante de la cama y me acerqué al ruidoso sonido.
‘’un mensaje nuevo’’
¿Qué será?- pensé algo furiosa.
- Te quiero. Tengo ganas de verte. -
Ni si quiera pude disimular aquella estúpida sonrisita que me salio.
Que bien termine durmiendo esa noche. :)
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